W. R. Misterios del organismo (Dušan Makavejev, 1971)

W. R. Misterios del organismo es quizá la primera película que se centra en la figura de Wilhelm Reich. Su director, el yugoslavo Dušan Makavejev, presenta la película como un collage por la forma que sus escenas se entrelazan. La mezcla entre escenas de registro etnográfico junto a otras marcada o dudosamente ficticias conforman en su conjunto un mandala de realidades con un universo interior y otro exterior que se abrazan como el ying y el yang, generando una apología de la libertad sexual.
Makavejev muestra, en 85 minutos de metraje, una crítica a los regímenes coercitivos y a la represión; y lo hace con la interconexión de tres focos principales: el comunismo soviético, el militarismo estadounidense y la revolución sexual (teoría y práctica) junto a la historia de Reich. Recrea las tres con un metraje muy variado que va desde la propaganda soviética a entrevistas con psiquiatras, personas cercanas a Reich, artistas, escritores, activistas, e incluso pacientes en terapia. Dicho así pareciera un ensayo más que un filme, y en parte es un ensayo visual, pero además hilvana imágenes que transforman el relato en poesía visual a través de la asociación de ideas.
El asociacionismo de imágenes genera un relato dialéctico que, según el propio Makavejev, sería la forma desarrollada de las ideas de Eisenstein sobre el montaje. Este recurso de intercalar fragmentos tan diferentes genera en la mente del espectador un vínculo evidente, técnica que Kuleshov y Eisenstein trataron en la temprana década de los años 20. Sólo por poner un ejemplo: en una escena hay una pareja en un encuentro sexual y justo antes de alcanzar el orgasmo cambia la escena a una especie de bombero que trata de derrocar el comunismo yugoslavo con una manguera pero acto seguido es detenido por la autoridad municipal mientras se intercalan fragmentos de entrevista de un artista sobre la masturbación en sus obras sonando una polca tradicional. La asociación de la eyaculación con la manguera podría ser una alegoría sobre la represión sexual del régimen de Yugoslavia y la alternativa orgásmica de liberación que se propone. O mezclar marchas de la época de Mao Zedong con grabaciones de ficción sobre la supuesta revolución sexual. Por estas cosas la película fue censurada durante sus siguientes dieciséis años en Yugoslavia. Sin embargo, en el extranjero consiguió bastante éxito: mostró en las pantallas de media Europa las motivaciones de los sesenta, los modos de vida alternativos empezando desde lo más básico, la represión sexual de los cuerpos de la sociedad, y que sería necesario liberarse de tal represión con la revolución sexual que Wilhelm Reich apuntó.

Otra escena mezcla un electroshock con música tradicional, un collage visual bastante logrado que incluso continúa con ciertas tomas de terapias que repiten movimientos análogos al electroshock. Sin embargo, muchas de estas asociaciones pasan desapercibidas, ya que habría que prestar una atención plena para captarlas, lo que la hace diferente en cada visionado. Ofrece una forma audiovisual que intenta aumentar la capacidad de asociar imágenes en los espectadores (y ese es su mayor logro). Está lejos de ser una obra maestra, pero es un innegable ejercicio de libertad y además presenta algunas claves narrativas fundamentales para la construcción de collages visuales.
La película ha recibido etiquetas dispares como comedia sexual, parodia obscena política, sátira social o documental vanguardista comunista sobre el juego sexual. Personalmente pienso que es una película con matices provocativos y libertarios permeada de un imaginario vanguardista del que el director fue también partícipe. Me refiero a que hay una estética cosificada, asociada en parte al surrealismo, en torno a ciertos símbolos de carácter erótico. Pongamos por caso una de las primeras escenas: La película comienza con una danza de un huevo crudo que varias personas se pasan con las manos, el huevo acaba rompiéndose y los actores siguen retorciéndose simulando un juego sexual. Una vez más, Makavejev es hijo de su tiempo.
No cabe duda que W. R. Misterios del organismo, es una película libre, presenta un acercamiento a la poética visual, el asociacionismo imaginario y a formas de libertad, poder, y expresión perseguidas por las hegemonías culturales, y lo hace a través de la vida y obra de Wilhelm Reich. Un universo que si bien tuvo papeletas para marcar la tónica de la creatividad humana, fue reprimido. Hasta hoy en día, donde se empieza a apostar por las tramas no lineales, el collage audiovisual sigue pareciendo un experimento del siglo XX.