Dalái Lama, una vida extraordinaria: orígenes, el reconocimiento y estudios monásticos

Tenzin Gyatso, conocido como Su Santidad el XIV Dalái Lama, cumple este 6 de julio 90 años. Celebramos sus más de 31000 días como el décimo cuarto Dalái Lama.
Tenzin Gyatso ha tenido una vida extraordinaria. A los 24 años perdió su país e inició su exilio en India. A pesar de las adversidades, ha sido un defensor inigualable de la no violencia, el diálogo interreligioso y la construcción de puentes entre culturas. Es muy difícil realizar una biografía que le haga justicia a S.S. el XIV Dalái lama. Sin embargo, trazaremos los apuntes más relevantes de su biografía. Este primer artículo, de una serie de cuatro, narra sus orígenes: cómo reconocieron al Dalái Lama, el traslado a Lhasa, sus estudios monásticos y el origen del título de «Dalái Lama».
Las tres visiones
La búsqueda del actual Dalái Lama comenzó en 1935 tras el fallecimiento de Thubten Gyatso, el XIII Dalái Lama. En ese año, el Regente de la Asamblea Nacional se dirigió a Lhamoi Latso, un lago sagrado del Tíbet, famoso por la nitidez de las visiones que reciben quienes meditan en sus orillas. El Regente obtuvo tres visiones: un monasterio con tejas verdes y doradas, una casa con tejas turquesas y las letras tibetanas Ah, Ka, y Ma. Estas visiones fueron entregadas a una comisión investigadora de altos lamas y dignatarios con el objetivo de encontrar al nuevo Dalái Lama.
El cadáver del anterior Dalái Lama fue colocado en un trono orientado hacia el sur. Días después, su cabeza giró inexplicablemente hacia el este, lo cual fue interpretado como una señal espiritual. El IX Panchen Llama, Thubten Chökyi Nyima, orientó sobre tres posibles candidatos “niños espirituales” para que fuesen confirmados por la comisión.
La comisión comenzó a buscar en la dirección indicada. En la región de Taksten hallaron un monasterio que coincidía con la descripción. Cerca de allí, encontraron una casa con tejas turquesas, habitada por una inusual familia.
El reconocimiento
Lhamo Thondup, quien después fue reconocido como S.S. el XIV Dalái Lama, nació el 6 de julio de 1935, en una familia de agricultores y comerciantes de caballos de la aldea de Taktser, en la región de Amdo al noreste del Tíbet. Su madre dio a luz a dieciséis hijos, aunque nueve murieron a muy corta edad. Así, en la casa vivían su padre, su madre, sus dos hermanas y sus cuatro hermanos, de edades diversas.

Antes de que Lhamo Thondup fuera identificado como la reencarnación del XIII Dalái Lama, dos de sus hermanos ya habían sido reconocidos como rinpochés (maestros reencarnados). El mayor, Thubten Jigme Norbu, fue declarado la reencarnación del Taktser Rinpoche, y uno de los menores, Tenzin Choegyal, sería reconocido como la reencarnación de Ngari Rinpoche. Ambos ya se encontraban estudiando en el monasterio que, años después, coincidiría con las visiones de la comisión de búsqueda.
Corría el año 1937 cuando a su casa llegó la comisión por primera vez. Lhamo tenía dos años de edad. El líder de la comisión, Lama Kewrsang Rinpoché, vestía con un manto de piel de cordero a la manera de los campesinos de la zona y portaba un mālā (rosario de oración) del anterior Dalái Lama. Cuenta Tenzin Gyatso en sus memorias (1962:16) que el pequeño Lhamo reconoció al Lama y le pidió su mālā. El Lama accedió a cambio de que adivinara su identidad. Lhamo respondió con una sola palabra: “Seraaga”, un término tibetano para referirse a los monjes del monasterio de Sera, lo que dejó impresionada a la comisión. Pasaron el día entero haciéndole preguntas y observando su comportamiento. Al día siguiente, al partir, Lhamo les pidió que le llevaran con ellos. Aunque los indicios eran prometedores, la comisión aún no estaba completamente convencida de que se tratara del niño que buscaban. Sin embargo, esa primera visita marcó el inicio de un proceso que pronto confirmaría su identidad espiritual.
En su segunda visita, la comisión investigadora llevó consigo varios objetos que habían pertenecido al XIII Dalái Lama, junto con otros objetos muy similares pero sin conexión alguna. Esta práctica forma parte de un antiguo protocolo tibetano: se cree que los niños reconocidos como tulkus —reencarnaciones de grandes maestros— conservan fragmentos de la memoria de su vida anterior, lo que les permite identificar personas, lugares y objetos significativos.
Entre los artículos se encontraban mālā negros y amarillos, tambores rituales, bastones y otros instrumentos personales del anterior Dalái Lama. Lhamo Thondup eligió con precisión los objetos auténticos, reforzando la convicción de la comisión de que se encontraban ante la verdadera reencarnación del XIII Dalái Lama. Los otros candidatos se descartaron tras estas pruebas.
Además de las evidencias espirituales, una serie de coincidencias fortalecieron aún más la decisión. El XIII Dalái Lama había pasado algunos años en el monasterio cercano a Taktser, donde llegó a conocer al padre de Lhamo. También se consideró significativo que dos de sus hermanos ya habían sido reconocidos como rimpochés y estuvieran estudiando en ese mismo monasterio.
Con todos estos indicios a favor, la comisión decidió llevar al niño a la capital del Tíbet, Lhasa, como candidato oficial. Sin embargo, aún faltaba un paso crucial: obtener la aprobación formal de la Asamblea Nacional del Tíbet. Para avanzar, era necesario conseguir primero el permiso del gobernador local, quien debía autorizar el viaje.

En aquella época, la región del noreste del Tíbet, donde se encontraba Taktser, estaba bajo el control del caudillo musulmán Ma Bufang, gobernador regional que operaba en nombre del gobierno chino. Al enterarse de que Lhamo Thondup había sido identificado como posible reencarnación del XIII Dalái Lama, Ma Bufang ordenó que el niño fuera enviado al monasterio donde ya estudiaban sus hermanos, pero pronto aprovechó la situación para sacar provecho político y económico.
Ma Bufang exigió al Gobierno del Tíbet un rescate de 100.000 dólares chinos de plata como condición para permitir que Lhamo fuera llevado a Lhasa. El gobierno accedió, pero entonces exigió otros 330.000 dólares. El pago de 300.000 dólares de plata fue adelantado por comerciantes musulmanes que iban en la ruta a La Meca en una gran caravana vía Lhasa. Pagaron a Ma Bufang en nombre del Gobierno del Tíbet con la promesa de ser reembolsados con intereses en la capital.
Tras recibir el dinero, Ma Bufang aún tenía una última jugada. Exigió que uno de los funcionarios de la comisión tibetana permaneciera como rehén, que solo sería liberado a cambio de escrituras en oro y un juego completo de las vestimentas ceremoniales del anterior Dalái Lama. Sin embargo, este canje nunca llegó a concretarse: el funcionario logró escapar por su cuenta y más tarde arribó sano y salvo a Lhasa.
La negociación entre Lhasa y Ma Bufang fue larga y compleja, sostenida mediante mensajeros a caballo, lo que prolongó el proceso durante casi dos años. Finalmente, el 21 de julio de 1939, se inició el esperado viaje hacia la Lhasa, la capital del Tíbet. Lhamo Thondup, que contaba ya con cuatro años, partió acompañado de sus dos hermanos mayores —Gyelo y Lobsang—, los miembros de la comisión investigadora y la caravana de comerciantes musulmanes que habían facilitado su liberación.
Tres meses y trece días tardaron en llegar a Lhasa. En aquella época, no existían carros ni carruajes con ruedas en el Tíbet. Todos los trayectos se hacían a pie, a caballo o en yak, y los caminos eran apenas senderos de tierra que serpenteaban entre pasos montañosos y valles remotos.
Finalmente, Lhamo Thondup fue reconocido como reencarnación del décimo tercer Dalái Lama, y entronizado el 22 de febrero de 1940 en el Palacio Potala. A partir de entonces, recibiría el nombre con el que sería conocido en el mundo entero: Tenzin Gyatso, Su Santidad el XIV Dalái Lama.

Estudios monásticos
A los cinco años Tenzin Gyatso inició formalmente sus estudios monásticos. El programa educativo era tan riguroso como extenso, abarcando disciplinas espirituales, filosóficas y culturales propias del Tíbet. Entre las materias de estudio se incluían lógica, arte y cultura tibetana, sánscrito, medicina tradicional tibetana y, de forma central, filosofía budista, dividida en cinco grandes ramas: Prajnaparimita —la perfección de la sabiduría—, Madhyamika —la filosofía del camino medio—, Vinaya —el canon de la disciplina monástica—, Abidharma —metafísica—, y Pramana —lógica y epistemología—. Además, sus estudios contemplaban asignaturas complementarias como poesía, música y arte dramático, astrología, composición y expresión, y el estudio de sinónimos.
La tradición pedagógica tibetana emplea múltiples métodos de enseñanza: desde la imitación, la memorización, hasta la explicación directa. Sin embargo, la forma de aprendizaje más valorada es la discusión dialéctica (/rtsod pa; Tibetano: རྩོད་པ་), un estilo de debate altamente ritualizado en el que los interlocutores se enfrentan con agudos contraargumentos, casi como si se tratara de un combate verbal.
Al principio, el joven Dalái Lama mostró cierta resistencia y desinterés por los estudios. Sin embargo, con el paso del tiempo, y a medida que se sumergía en la riqueza intelectual y espiritual del budismo tibetano, fue desarrollando un inmenso amor por el conocimiento.
Durante 17 años, se formó bajo la guía de los lamas más venerados del Tíbet. Finalmente, en 1959, a la edad de 23 años, rindió su examen final en el templo de Jokhang, en Lhasa, en el marco del Monlam (སྨོན་ལམ་), el festival anual de la Gran Oración. Superó la prueba con honores y obtuvo el título de Geshe Lharampa (ལྷ་རམས་པའི་དགེ་བཤེས་), el grado más alto dentro del sistema monástico tibetano, equivalente a un doctorado en filosofía budista tibetana.
Estos exámenes concluyeron en febrero de 1959. Apenas unas semanas después, el Dalái Lama se vería forzado a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: huir de su país y partir al exilio, iniciando una nueva etapa que marcaría su destino y el del pueblo tibetano.

Nota sobre la institución del Dalái Lama
El título de Dalái Lama es una combinación de la palabra mongola dalai, que significa “océano”, y la palabra tibetana bla-ma, que se traduce como “maestro”. Altan Khan, gobernante mongol y primer rey Shunyi bajo la dinastía Ming otorgó el título de Dalái Lama originalmente al III Dalái Lama, Sonam Gyatso, como muestra de gratitud. El título de los dos primeros Dalái Lama se otorgaron póstumamente a Péma Dorjee (Gendun Drup) y a Sangye Phel (Gendun Gyatso).
A diferencia de las sucesiones dinásticas basadas en la herencia biológica, el linaje del Dalái Lama se perpetúa a través del sistema de los tulkus (སྤྲུལ་སྐུ་): maestros espirituales que, al alcanzar un alto grado de realización, desarrollan la capacidad mental de elegir conscientemente el lugar y la forma de su próxima reencarnación. Es usual en reencarnaciones de personas que están más próximas en el camino de convertirse en budas futuros, como es el caso del Dalái Lama, donde se le conoce como la manifestación del bodhisattva Chenrezig -Avalokitesvara en sánscrito- boddhisattva de la compasión.

3 de julio de 2025 @ 08:57
Muy interesante. Enhorabuena